Delegar es necesario, no hay duda. A unos les cuesta más que a otros. Algunos disfrutan de ello, y otros se preocupan en exceso sin el 100% de control, pero siempre hay tareas que tenemos que delegar.
«Aprender a delegar» es uno de los retos de muchos empresarios, o de profesionales que empiezan a crecer, y no tienen más remedio que confiar tareas a otros profesionales. Delegar no significa perder el control; supervisando no tendremos que ocupar el tiempo que deberíamos utilizar en realizar tareas más estratégicas orientadas al desarrollo de nuestro negocio.